Entrevista a Francisco. Octubre 2024.
¿Qué materia enseñás?“
Pasé por diez o quince materias distintas, pero en las que más estuve ha sido Laboratorio 1, para la asignatura en Física, y después otras materias como Física 1, Física de Arquitectura, Física Aplicada T, Elementos de Termodinámica, Elementos de Física del Estado Sólido, un lindo mix de materias.”
¿Hace cuántos años que das clases y dónde te formaste?
“Si no me equivoco, ya van 7 años, que estoy como auxiliar en el Departamento de Física. Me formé en la UNS, también en el Departamento de Física, primero como profesor en Física. Antes hice un primer año de Ingeniería Mecánica, para después darme cuenta de que mi interés iba más por el lado de enseñar la ciencia que me gustaba. Después, una vez que terminé el profesorado en Física, que lo terminé haciendo en materias optativas en la Universidad de Córdoba, en España, seguí mi formación en la Licenciatura en Ciencias de la Educación, también en la UNS.
¿Qué te llevó a querer ser docente?
“Primero que nada, un profundo interés en la ciencia en general, en el conocimiento, muchísima curiosidad que yo sentía que me gustaría transmitir. Sentía el interés de transmitir esa pasión por el conocimiento, por la curiosidad, por comprender el mundo que nos rodea. En ese sentido, también está muy relacionado con por qué elegí la Física para enseñarla, porque quizás es la ciencia que tiene más relación con la filosofía, en tanto nos permite responder a algunas de las preguntas más profundas sobre el mundo. Y creo que estudiar Ciencias de la Educación tuvo que ver con comprender todo eso que me faltaba, que no había podido entender después de estudiar Física.”
¿Cuántas horas por semana tenés actualmente o has tenido?
“He tenido momentos de hasta 50 horas semanales, que es todo lo que te permite trabajar la UNS; eso fue en pandemia, aprovechando la posibilidad de dar clases de manera virtual. Hoy por hoy, como estoy con una beca de investigación, solamente puedo trabajar 10 horas semanales de docencia.”
Y en general, ¿tus estudiantes qué edades tienen?
“Depende mucho de la carrera. En carreras con perfiles más académicos, es más habitual tener al estudiante tipo, que es el que termina la secundaria y arranca la universidad, quizás de un contexto sin complicaciones económicas. En otras carreras, con perfiles más laborales o tecnicaturas, como Física Aplicada T para la Tecnicatura en Operaciones Industriales, hay estudiantes de muchas edades, edades avanzadas y provenientes de distintas ciudades, incluso personas que vienen de trabajar o de estudiar otra carrera.”
Hablando ahora sobre conocimientos en salud mental, ¿dirías que tenés conocimientos sobre cuestiones de salud mental?
"Unos pocos, sí.”
¿Y esos pocos que tenés, de qué son? ¿Desde un lado más académico, o más por experiencias personales?
“Cada vez que tuve la oportunidad de formarme, de capacitarme a nivel formal, lo aproveché, pero realmente las oportunidades que he tenido en el contexto de la formación docente universitaria han sido pocas. A nivel psicológico en general, sí, porque uno cursa las pedagógicas en el profesorado, y en la licenciatura cursás tres psicologías. Pero no son materias donde trabajemos sobre salud mental en particular, sino sobre psicología en general, que es muy distinto. Aprendí mucho de salud mental yendo a terapia, que quizás es uno de los aspectos más interesantes de ir a terapia, no solo trabajar cuestiones propias, sino también aprender de salud mental en general. Y también he aprendido buscando información por cuenta propia, en la medida en que me he encontrado con problemas de salud mental con los que tenía que convivir al trabajar como tutor en el Departamento de Física.”
Sobre tu salud mental y la de tus colegas, ¿de qué forma sentís que tu labor impacta en tu salud mental?
“Ha sido muy variable en función del tiempo. Obviamente no impacta de la misma manera ahora que cuando trabajaba 50 horas a la vez que hacía 6 materias en el mismo cuatrimestre. Realmente, hoy por hoy encontré una cátedra, una materia, y la beca de investigación también, que son espacios laborales que me permiten vivir de una manera muy cómoda, y eso lo valoro mucho, porque me da estabilidad laboral y económica. Si bien me mantengo al borde de la línea de pobreza, me permite mantenerme de manera independiente, y eso lo valoro mucho. En otros momentos, trabajar mucho no me permitía esa estabilidad, y eso afectó mucho mi salud mental, especialmente cuando era docente y a la vez estudiante. Esa combinación es muy difícil, y en general las carreras de la UNS no están preparadas para un estudiante que también trabaje.”
¿Y qué observás en lo que respecta a la salud mental de tus colegas? ¿Hablan de estos temas o de problemáticas que puedan tener? ¿Qué es lo que observas?
“Veo una cierta preocupación en algunos colegas, pero también noto desinterés en otros. En algunos casos, parece que la salud mental no aparece como una dimensión presente. Hay colegas que ven al estudiante solo como alguien que asiste a su materia, como si eso fuera lo único que es parte de su vida. Creo que hay un gran trabajo por hacer para concientizar a nuestros colegas de que los estudiantes que se sientan en nuestras aulas también son personas, seres humanos que tienen una vida. No me gusta decir “por fuera del aula”, porque es como pensar que son personas distintas dentro y fuera. Las mismas personas que están afuera son las que se sientan en el aula, las que van a sentir algo cuando les demos un examen aprobado o desaprobado, y eso puede tener consecuencias enormes en su vida, no solo en su trayectoria estudiantil. Creo que podríamos ofrecer una mejor educación si pudieramos tener en cuenta estos aspectos, no para bajar la exigencia, no para ser más laxos, sino para ser más humanos. No es una cuestión de cambiar las exigencias, sino una cuestión de formas, de tratos que tienen que ver con algo que quizás deberia ser obvio que es entender que las personas que tenemos frente como estudiantes son personas, son seres humanos."
Y vos que has estado en la parte de Humanidades, por lo de Ciencias de la Educación, y la parte de Física, ¿notás diferencias?
“Sí, muchas. Hay una cuestión muy vinculada a la disciplina en las ciencias exactas o experimentales, donde sigue la idea de que las cosas entran a la fuerza, que la repetición es la madre del aprendizaje. En estas áreas prevalece una cultura del mérito y del sufrimiento como parte necesaria de un aprendizaje exigente. Prevalece esta idea de que si no se sufre es porque no hay exigencia suficiente."
¿Qué problemáticas sentís que estás viendo actualmente en las aulas o en las tutorías, en el marco de lo que es la salud mental?
“Sobre esto, me hago muchas preguntas, porque al haber más información, hay una dificultad para entender cuándo los problemas de salud mental han aumentado y cuándo simplemente los identificamos más. No sabemos si hay más casos o si simplemente podemos reconocerlos mejor que antes. Sin embargo, algo que veo y que estoy convencido de que ocurre es una tolerancia muy baja a la frustración. No sé si ha crecido o si se ha mantenido igual, pero es un factor que pone en riesgo la trayectoria de muchos estudiantes. Les cuesta aceptar que no les vaya del todo bien durante un cuatrimestre, cuando en realidad es lo más normal del mundo. A más del 80% de los estudiantes de estas carreras les pasa que deben recursar alguna materia el primer cuatrimestre. Sin embargo, muchos no toleran esa frustración y se replantean todo, cuando de por si no es un hecho estrictamente problemático."
¿Y has observado cosas que podrías enmarcar dentro de lo que entendés como depresión, ansiedad?
"Sí, especialmente vinculados a la ansiedad en los primeros años, cuando los estudiantes tienen una baja percepción de sus propias capacidades. Se juzgan por sus primeros resultados en sus primeras materias, cuando en realidad yo y varios colegas más les insistimos que se den tiempo para aprender a aprender, aprender a habitar la universidad y los códigos que se manejan. Pero a veces un mal desempeño, o aspectos sociales que no encuentran satisfactorios en los primeros años, les generan ansiedad y un rechazo fuerte hacia la universidad. Más adelante, en los años avanzados de la carrera, se ven más frecuentemente situaciones de depresión. Creo que esto tiene que ver con lo solitarias que se vuelven las carreras al al volverse caminos más individuales, y también con el miedo a un futuro post-estudiantil que es cada vez más incierto, tanto a nivel económico como social."
¿Te ha pasado de que haya surgido alguna situación con un estudiante relacionada con salud mental, como ataques de pánico, por ejemplo? Y si te pasó, ¿supiste manejarlo?
“Sí, me ha pasado de tener estudiantes que me informan que no pueden continuar la
carrera porque se sienten mal por motivos relacionados con la universidad, que se sienten desmotivados o que no encuentran razones para seguir. Muchas veces cuesta que el estudiante se abra con uno, porque uno inicialmente es su docente, aunque uno quiera construir un vínculo de mayor confianza para tratar estos temas sin que queden tapados por vergüenza o miedo. Lo que sí es cierto es que, más allá de la formación superficial o de la empatía que uno pueda tener, siempre tiende a hacer lo que sabe hacer, que es recomendarle al estudiante que consulte con un profesional de la salud mental. Sin embargo, hace años que nos encontramos con la situación de que no tenemos un profesional dentro de la universidad al cual derivar a los estudiantes. Muchas veces los problemas que llegan a las tutorías o a la asesoría pedagógica son problemas que no pueden resolverse desde esos espacios, porque provienen de otra dimensión del estudiante, que no tiene que ver con estrategias de estudio o con normas de la universidad. Es importante entender que los problemas de salud mental no se solucionan con consejos de vida, aunque puedan acompañar y ser favorables."
¿Sentís que tenés apoyo desde otros sujetos en la institución cuando surge alguna problemática de este estilo?
“Sí, hay muchas personas preocupadas por este tema, aunque queda mucho camino por recorrer. Yo personalmente tengo mucho contacto con la gestión del Departamento de Física, y sé que es un tema que les importa y les preocupa. Desde ese punto de vista, me siento contento de que sea una preocupación naciente, porque es lo que puede dar lugar a políticas más estructurales dentro de la universidad.”
Yendo a lo del objeto, ¿por qué elegiste ese objeto que te representa como docente?
“Una de las cosas que más me gustan de ser docente en la universidad es encontrarme con estudiantes que me recuerdan como su profesor en años anteriores. Es algo que me pasa casi todas las semanas, incluso en situaciones cotidianas como jugar al fútbol o cuando alquilé un departamento que la hija del dueño vio mi nombre en el contrato de alquiler y le mencionó que yo había sido su docente y que se acordaba de mi primero porque aprobó y estaba contenta con eso y además porque yo en una de las clases, para sacar la computadora antes saqué mis botines de la mochila. Y ella se acordaba mucho de eso. Eso es algo de hecho que hago un poco a propósito, que es dejar ver mi vida adentro del aula. Ese día yo me acuerdo que iba a tomarles un examen, el examen era a las 10 de la mañana y yo tenía un partido a las diez de la noche. Como estudiante yo sufría mucho la espera de las notas, entonces les dije que “la nota se las voy a mandar esta misma noche”. Estamos hablando de unos ochenta o noventa exámenes. Iba a tener que quedarme todo el día corrigiendo. Ya había organizado para que me buscaran por la uni para ir al partido. Entonces los botines era para contarles que juego al fútbol y a partir de eso humanizarme a mi, para darle pie a ellos a abrirse en ese sentido. Por eso voy a la universidad con la misma ropa con la que voy a ir al gimnasio. No pretendo ponerme una chomba y pantalón de vestir haciendo que soy otra persona cuando entro a la universidad. Eso justamente da el pie para permitir la entrada del humano al aula."
Para terminar ¿qué sentís que hace falta o que se podría hacer para que ustedes, como docentes, estén más preparados en cuanto a temáticas de salud mental y cómo afrontar problemas que se puedan dar en el aula?
“Estoy convencido de que lo primero que se debería hacer en la universidad es fortalecer la asesoría pedagógica, que debería ser un equipo mucho más grande e incluir profesionales de la salud que acompañen. Ya que la asesoría pedagógica también hace investigación que los potenciales psicólogos de la asesoría también hagan investigación sobre estas problemáticas, para identificar de manera académica y profesional qué está ocurriendo con los estudiantes y, a partir de eso, construir proyectos de formación docente que nos preparen mejor para los desafíos que enfrentan los alumnos de hoy.”
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